¡¡Buenas noches!! Soy yo, ¡¡Heraldín!! Traigo novedades, ¡¡atentos!!.
Hoy he presenciado un momento histórico para el futuro de los periódicos escritos, los medios online y el mundo de la comunicación en general.
¡Qué momento más emocionante! Paso a contaros directamente:
El reloj marcaba aproximadamente las ocho de la tarde. Yo mismo y un grupo de importantes periódicos, entre los que destacaban un viejo periódico alemán llamado mr. Bild, el elegante sir Guardian y don País, nos encontrábamos reunidos en una taberna intentando encontrar soluciones para vencer la batalla en la que estamos involucrados. De repente irrumpieron en el local los principales líderes del movimiento online, ¡¡estaban todos!!, ¡¡pude observar de cerca al general Press.uk, a la comandante Blog o al famoso mr. Tweet!!.
En esos momentos yo estaba emocionado, no sabía lo que iba a pasar, no sabía lo que esperar, me encontraba fuera de lugar, imaginaos…¡¡un pequeño periódico de una pequeña ciudad rodeado de los principales exponentes del mundo de la comunicación actual!! ¡¡No me lo podía creer!!.
Mi emoción contrastaba con los serios semblantes de los periódicos con los que me encontraba, estaban muy sorprendidos, me atrevería a decir que incluso muy preocupados. Se miraban continuamente unos a otros, estaban inquietos…¡¡no sabía dónde meterme en esos momentos!!
Transcurrían los minutos y la tensión crecía por momentos, las miradas entre los dos grupos iban en aumento y precisamente el talante de ambas partes no parecía muy amistoso, se avecinaba la tormenta…
Las discusiones entre los dos bandos habían ido en aumento en los últimos días, la situación era prácticamente insostenible, los diferentes consejos editoriales aun no se habían decidido por ninguna de las dos opciones y los cruces de acusaciones comenzaban a ser la tónica general en los diferentes mítines.
Las posturas estaban claras: los periódicos online nos tachaban de ser anticuados, demasiado refinados y lentos, abogaban por un cambio en el mundo de la información apostando por la tecnología, mientras que nosotros señalábamos su falta de profundidad y ligereza a la hora de tocar ciertos asuntos.
Entonces pasó lo que tenía que pasar…
El viejo periódico alemán se levantó con gran determinación de la mesa en la que nos encontrábamos. Por el otro lado, el general Press.uk respondió rápidamente con un movimiento idéntico, pero en esta ocasión siendo respaldado por todos sus compañeros y sin darme cuenta, me quedé solo en la mesa ya que toda mi compañía se había levantado siguiendo al veterano periódico alemán. Rápidamente me levanté y corrí junto a mi grupo.
Los dos grupos nos encontramos en medio del local y entonces….
¿Continuará?
¿Continuará?